El coraje iluminó el viejo mundo con la nueva luz.

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domingo, 18 de noviembre de 2012

Islandia.


Laguna de Jokursarlon (Jökulsárlón).
   Islandia es un auténtico paraíso para los amantes de la Naturaleza y la fotografía. A sus bellos paisajes, adornados con cumbres nevadas, geysers, lagunas naturales con agua caliente, glaciares, volcanes, lagunas heladas y un largo etcétera, hay que sumarle su variedad de fauna, con caballos pastando libremente, vacas, más ovejas que islandeses, renos, ballenas, focas y multitud de aves. Mención especial, por su aspecto gracioso y exclusividad, merecen los frailecillos o puffins, como les llaman allí.
 
   Está ubicada en el Océano Atlántico, el Este de Groenlandia, y tiene parte de su territorio dentro del círculo polar ártico, aunque menos de 1 km², repartido en algunas pequeñas islas, de las cuales sólo una, Grímsey, está habitada. Esta latitud marca el clima de la isla, pero es suavizado por la Corriente del Golfo, lo que la permite disfrutar de veranos con temperaturas más agradables.

   Estuvimos 12 días en la isla, con un presupuesto algo menor de 1.500 euros por persona todo incluido: avión desde Madrid, coche de alquiler, gasolina, alojamiento, comida, entradas a los distintos lugares de pago, etc. El planning del viaje fue el siguiente:

Cartel de agua embotellada.
   Día 1. Salimos de Madrid casi antes de que saliera el sol, con destino al aeropuerto internacional de Keiflavik, a unos 50 kilómetros de la capital, Reikiavik (que significa bahía humeante), vía Londres, por aquello de ahorrar en el vuelo. Llegamos a media tarde con tiempo suficiente para recoger el coche cerca del aeropuerto y partir hacia nuestro primer alojamiento, el albergue de Hostelling International en Reikiavik. Este primer día ya notamos el compromiso con la naturaleza que tienen en este país al ver un cartel sobre el agua embotellada en el que se leía que no la vendían por ser la del grifo igual de buena (o mejor).

Cascada en Pingvellir.
Geyser.
   Día 2. Nos levantamos para desayunar en el albergue y salir con destino al Parque Nacional de Pingvellir. Allí vemos el punto de encuentro de las placas tectónicas Norteamericana y la Euroasiática. De allí, vamos a ver el espectáculo natural de los Geyser, para terminar las visitas del día en una de las más deslumbrantes cascadas de Islandia, la doble cascada Gullfoss. Pasamos la noche en una cabaña en el camping de Hvolsvöllur disfrutando contemplando como la luz de la Luna tiñe de azul las montañas.


Cascada Gullfoss.
Montañas azules de Islandia.

Cascada Seljalandsfoss.
Cascada Skogarfoss.
   Día 3. Justo al lado de la carretera que nos lleva a nuestro siguiente alojamiento, paramos para ver la cascada de Seljalandsfoss y pasar andando por detrás de su cortina de agua. Sobre la marcha, decidimos no coger el barco hasta la isla de Heimaey, la única habitada de las 15 islas negras del archipiélago Vestmannaeyjar, por coincidir con una fiesta de los jóvenes locales y, según nos dicen en la oficina de venta de billetes, "vais a juntaros con 40.000 jóvenes borrachos con ganas de juerga". Seguimos ruta hasta Skogarfoss, donde hacemos un pequeño trekking después de subir una buena cantidad de escaleras hasta llegar a la parte alta de la cascada. Tras una breve parada en Vik i Myrdal para ir a la playa y ver las piedras que emergen del agua y de las que dice la leyenda que corresponden a tres trolls que se convirtieron en piedra al sorprenderles la luz del sol, continuamos hasta la laguna de  Jokulsarlon, a la que llegamos sobre las 22:30. La luz de esa hora le da a los grandes bloques de hielo que flotan en sus aguas un color azulado sorprendente. Debemos seguir para dormir en Gerdi Guess House antes de que nos denieguen la entrada por llegar a horas intempestivas.

Jokulsarlon al anochecer.
Cascada Svartifoss.
Glaciar Skaftafell.
   Día 4. Retrocedemos parte del camino recorrido el día anterior para ir a ver la cascada de Svartifoss, en el Parque Nacional de Snaefellsnes, a la que se llega tras una ruta de 1,5 horas ida y vuelta. Después de esto, y casi sin tiempo para reponer algo de fuerzas comiendo algo de fruta y chocolates, nos vamos a hacer un recorrido con crampones por el glaciar de Skaftafell, con su hielo cubierto de cenizas que recuerdan las erupciones de los volcanes cercanos. Espectacular. Volvemos a la misma granja del día anterior a dormir sin resistirnos a parar otro rato en la laguna de Jokulsarlon con la sorpresa añadida de ver las primeras focas de nuestro viaje nadando entre los enormes trozos de hielo.
Laguna de Jokulsarlon.
Glaciar de Skaftafell.
Playa de Jokulsarlon.
   Día 5. De nuevo, retrocedemos unos 30 kilómetros para ir a la laguna. Primero vamos a la playa, menos concurrida y donde llegan grandes bloques de hielo desprendidos del glaciar Skaftafell, esperando que según avance la mañana levante la niebla que oculta la laguna.
Laguna de Jokulsarlon.
Laguna de Jokulsarlon.
Laguna de Jokulsarlon.
   Cuando despeja, nos montamos en un vehículo anfibio para recorrerla y ver los icebergs de cerca. Los distintos colores del hielo, del blanco al más intenso de los azules, deja asombrado a todo el que lo ve. Imprescindible. Seguimos ruta hacia los Fiordos del Este, sin más parada que la requerida por un agente de la autoridad que nos cobra 7.500 ISK por un trozo de papel en el que se indica que íbamos a 103 km/h cuando el máximo es 90. Islandia está llena de radares, sobre todo cerca de la capital, así que en cuanto se sobrepasa la velocidad máxima, uno corre el riesgo de que le paren.
Señal de ovejas.
   Ya empezamos a ver el aspecto de la mayor parte de la isla, prácticamente despoblada y con granjas dispersas en un paisaje verde sin árboles y con más caballos y ovejas que humanos. Paramos a comer en Djupivogur, un pequeño pueblo pesquero que tiene una bonita vista de los glaciares desde el paseo marítimo. Y es gratis. Desde aquí parten los barcos que llevan a la isla de Papey, la isla de los frailecillos. Dormimos en un apartamento en Eglisstadir.

Frente del glaciar en la laguna.
Cascada Dettifoss.
Fumarola de Jardbadsholar.

   Día 6. Seguimos ruta y nos desviamos para ver la cascada de Dettifoss, con 45 metros de altura, 100 de anchura y un caudal de 193 m3/s, lo que la convierte en la más caudalosa de Europa. Elegimos el camino en peor estado pero el que te lleva al mejor lado para verla y el menos concurrido.
Cascada Dettifoss.
Jardbadsholar.
  Retrocedemos por el camino de cabras hasta la N1 y continuamos hasta el campo de Jardbadsholar, donde te recibe un intenso olor a azufre desprendido por sus fumarolas. Justo detrás, están los baños de Myvath , más pequeños pero también menos conocidos que la Laguna Blue, lo que te permite estar más tranquilo, sin tanta aglomeración. Tras cruzar por el lago del mismo nombre que los baños y sus millones de mosquitos, llegamos a dormir a una pequeña casa de madera en Laugan.

Aleta de ballena.
Iglesia de Husavic.
   Día 7. Salimos con destino a Husavik con el objetivo de ver la ballenas. Como el tiempo no acompaña, hacemos una pre-reserva para la tarde y vamos a hacer una pequeña ruta de 45 minutos por el cañón del parque Nacional de Vatnajökull, cerca de Asbyrgi, punto de encuentro de las dos placas tectónicas que forman la isla. Al volver, el tiempo ha mejorado y partimos en busca de la ballenas. Tenemos la inmensa suerte de ver a una de ella dar un salto y salir del agua a escasos metros de nuestro barco. Solo eso hizo que mereciera la pena la excursión de 3 horas y el intenso frío, combatido con las prendas de abrigo que nos prestan a bordo.

Cascada Godafoss.

   Día 8. Paramos a ver, Godafoss, la cascada de Dios, de nuevo "seguramente la más bonita de Islandia", al igual que otras 4 ó 5 que vimos previamente ;-) . La cascada se ve desde la carretera y apenas hay que desviarse para llegar a la zona habilitada para dejar los coches.
   
    Desde ahí, solo queda un pequeño paseo a píe hasta llegar junto a ella. Es posible acercarse tanto como para tocar el agua, pero no hay ningún tipo de protección, por lo que conviene ser prudente para evitar accidentes.

  Después de aquí, seguimos ruta y hacemos parada técnica en Akureyri para que nos revisen un problema mecánico del coche y aprovechamos para visitar el bonito y bien cuidado casco histórico, la down-town.
Caballos en Islandia.
Akureyri.
    La última aventura del día es una excursión a caballo antes de llegar a dormir a un camping en Blönduós. Los caballos en Islandia son más pequeños que los del resto de Europa, por lo que son ideales para que los monten los niños. Otra diferencia es que tienen un paso más que el resto de razas. Nuestra guía, Marja, nos hizo pasar un rato muy agradable.

Hvitserkur.
   Día 9. Nos levantamos con la ilusión de iniciar la búsqueda de las focas en las playas del norte de la isla. Salimos de Blönduós y pasamos por el pueblo de Hvammstangi dirección a la formación rocosa de Hvitserkur, en la península de Vatnsnes. Es una espectacular roca de 15 metros de altura que emerge del mar a pocos metros de la playa con una forma que recuerda a un inmenso rinoceronte con el hocico sumergido. Su nombre significa "camisa blanca", y hace relación al color de las deposiciones de la gran cantidad de aves que habitan en ella. Pese a la belleza de la zona, es algo poco conocido por estar  fuera de la mayoría de los circuitos turísticos, lo que nos permitió dar un largo paseo por la orilla del mar cruzándonos únicamente con 4 ó 5 personas. Conseguimos ver una nutrida colonia de focas, pero a bastante distancia, lo cual nos deja un poco decepcionados. La vuelta hasta el coche nos ratifica el hecho de que el clima en Islandia puede cambiar de un momento para otro, y sufrimos un vendaval con una importante bajada de la temperatura que nos lo hizo pasar un poco mal hasta que conseguimos refugio en el coche.
Figura de piedra.
   Después de esto, volvimos a Hvammstangi para comer un poco tarde, después de haber encontrado las famosas figuras de personajes en piedra escondidas por distintos lugares y sus tradicionales secaderos de bacalao junto al mar.

   Llegamos a la península de Snaefellsnes,  en Grudarfjordur después de un pesado viaje. Las carreteras y la lluvia nos juegan una mala pasada, tenemos que circular más despacio de lo previsto y tardamos más de la cuenta en llegar al albergue de Hostelling International donde nos alojamos.


Focas en Islandia.
   Día 10. Este día vivimos una de las mejores experiencias de nuestras vidas. Después de haber prácticamente tirado la toalla en cuanto a nuestras esperanzas de ver focas a una distancia aceptable, conseguimos verlas en Ytri-Tunga. Las divisamos a lo lejos, en una playa desierta, aunque en un principio no estamos seguros de que lo que estamos viendo no sean piedras, ya que están a mucha distancia. Según nos acercamos, los excrementos recientes nos indican que si no están, al menos han estado allí hace muy poco. Seguimos acercándonos muy despacio procurando no hacer ruidos ni movimientos bruscos. Cuando estamos a unos 10 metros, decidimos dejar de avanzar y nos pasamos un buen rato observándolas en silencio, igual que ellas a nosotros. Poco a poco se relajan y vemos como bostezan, se dan la vuelta, alguna se tira al mar... Pasado un rato, muy a nuestro pesar, decidimos marcharnos antes de que suba la marea y nos atrape allí. Inolvidable.
Museo del pescador en Hellinssandur.
Playa de Djúpalónssandur.

   Pero antes de esto, pasamos por Hellissandur para visitar el museo del pescador, famoso por sus cabañas con el techo completamente cubierto de césped y todas ellas rodeadas de setos. Después, seguimos camino para bajar a la playa de Djúpalónssandur, donde intentamos levantar las piedras que usaban los pescadores para medir sus fuerzas y ver dónde reposan los restos del pesquero  Epine, que naufragó frente a sus costas el 13 de marzo de 1948 falleciendo 14 de sus 19 tripulantes.

Filetes de ballena.
    Aprovechamos la magia del lugar para hacer una rueda de energía entre todos.

   Terminamos la jornada cocinando los filetes de ballena en el albergue, con las ventanas abiertas para que no se dispare la alarma anti-incendios. El sabor nos recordaba bastante al de nuestra ternera, pese a que el aspecto crudo es muy diferente.

Panadería en Islandia.
   Día 11. Salimos con destino a Reikiavic y la Laguna Blue, parando para reponer fuerzas en una de panaderías-cafeterías que tanta fama tienen en Islandia comprando algunos panes y dulces. Damos fe de que merece mucho la pena pasarse por ellas y disfrutar de las delicias que preparan. Seguimos ruta y cruzamos el fiordo por el túnel bajo el mar de 5.770 metros por lo que pagamos un peaje de 1.000 coronas, que compensa la vuelta que nos ahorramos.
Catedral de Reykjavik.


Casas en Reykjavic.
   Nos recibe una ciudad completamente cubierta de nubes que apenas dejan pasar unos pocos rayos de sol. A pesar de ello, nos sorprende su casco histórico con sus casas bajas y vivos colores, sin duda para intentar compensar esa falta de luz solar que tienen a lo largo del año. Paseamos por sus calles y visitamos su moderna catedral. Aprovechamos para subir a lo alto de la torre y ver la ciudad desde arriba. Sin duda, la mejor vista de la ciudad.

Puesto de perritos en Reykjavic.


   No nos vamos sin parar a comer en el famoso puesto de perritos del puerto, y verificamos que tiene la fama bien ganada, por precio y sabor de sus perritos calientes.

Laguna Blue.
   Terminamos el día, y casi el viaje, visitando la mitad del grupo la Laguna Blue y la otra mitad paseando por la capital. Esta laguna es uno de los símbolos de Islandia. Es visita obligada para todos los turistas, sobre todo si no se ha estado en alguna de las otras lagunas termales de la isla. El estar tan cerca de la capital y el hecho de ser tan famosa conlleva el problema de estar siempre demasiado concurrida, aunque ello no impide poderse desplazar tranquilamente por sus calientes aguas (38ºC) y disfrutar de sus pozas o cascadas. Lo que sí es tarea complicada es tratar de encontrar un hueco en la sauna o sus baños de vapor sin una espera considerable. Tras nuestro paso por ella, volvemos relajados a dormir al albergue.


Aeropuerto de  Keiflavik.
Café Don Quijote.
   Día 12. Nos levantamos muy temprano, antes incluso de que abra la cafetería del albergue, que con su nombre nos hace un guiño que nos recuerda nuestro país de origen, para ir al aeropuerto de Keiflavik, elegido mejor aeropuerto de Europa en 2011, devolver el coche y embarcar con destino a Londres, pero sin ninguna gana de abandonar la isla. Es una pena que el viaje no pueda durar más. Nos volvemos enamorados de la isla, pero con una idea muy clara: volveremos algún día a Islandia.



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     - De Cabo Norte a San Petersburgo.

viernes, 24 de agosto de 2012

Récord negativo de la banquisa del Ártico..


Extensión de la banquisa del Ártico.
  Esta entrada se escribió el 24 de agosto de 2012. Ese día, se superó el mínimo histórico de extensión de la banquisa del Ártico, que databa de 2007 con 4.254.531 km², con un dato de 4.209.219 km². Y aún quedan algunos días más de deshielo para alcanzar el mínimo, que suele darse entre la segunda y la tercera semana de septiembre, aunque, en mi opinión, tendremos un mínimo temprano debido a la latitud del hielo perdido, que será de rápida recuperación por el acortamiento de los días y la mayor inclinación solar, que reducen la insolación.

  Pero el problema está ahí: en los últimos años está disminuyendo la extensión y el área de la banquisa, así como el grosor del hielo que resiste, con cada vez menos hielo plurianual, lo que, de continuar la tendencia, como todo parece apuntar, no tardaremos muchos años en ver el Ártico libre de hielo en verano, o con mínima extensión. Y detrás vendrá Groenlandia, la mayor reserva de agua dulce del mundo, con hielo sobre tierra, no sobre el agua como ocurre en la banquisa, lo que producirá aumento del nivel del mar, a diferencia del deshielo ártico. En qué medida y cuánto afectará eso a la fauna y flora del planeta, es otra discusión distinta.

  Los efectos que esto tendrá sobre el clima también son fuente de debate, e incluso de discusión acalorada en algunos ámbitos por la cada vez más habitual costumbre de politizar todo. Pero parece claro que tendrá consecuencias.

  Aunque hay que matizar ciertos comentarios que se oyen en determinadas tertulias. Con esto del calentamiento global NO nos vamos a cargar el planeta, que seguirá dando vueltas por aquí durante muchísimos años. Lo que nos vamos a cargar son las condiciones óptimas de vida de muchísimos millones de animales (incluidos los más animales de todos) en partes de este planeta. Es decir, eliminamos la posibilidad de seguir viviendo en muchas zonas de este planeta, aunque el planeta siga aquí.

  Y esto supone que habrá mucho menos espacio para la misma o más cantidad de personas. Y me río yo de los flujos migratorios vividos hasta ahora. A ver si viéndolo así cambiamos la manera frívola de tratar esto por parte de algunos, por ser educado y no decirlo de otra manera. Porque me parece muy bien que cada uno quiera acabar su vida como le parezca o vea esto como algo inevitable, pero lo que no me gusta es que esa frivolidad signifique que tengo que ver morir o vivir mucho peor a mi familia por la pasividad o negación de otros. Y cuando hablo de familia me refiero a parientes de primer grado de consanguinidad y a primos lejanos de India o Indonesia, puesto que, no nos olvidemos, todos descendemos de antepasados comunes, vivieran hace 100 o hace 100.000.000 de años. Basta ya de politizar todo o de posicionarnos en un bando y defenderlo a muerte con la mente cerrada a todo lo que parezca contradecir nuestra postura. Algunos parecen (o parecemos, que igual yo tampoco veo todo y no lo sé) forofos de un equipo de fútbol y somos incapaces de reconocer que el otro equipo tiene argumentos para demostrar que estamos equivocados en nuestra manera de ver el desarrollo del partido. Ya solo el hecho de que haya "equipos" me parece nefasto y nada científico. Reconocer que estaba equivocado es reconocer que hoy se sabe más que ayer.

  Así que, dicho todo esto, me reitero en lo escrito hace más de un año: sea por el motivo que sea ese cambio, CO2, mayor actividad solar, ciclo normal del clima. . .¿tanto nos cuesta tener un comportamiento menos agresivo con el Medio Ambiente?. Puede que no sirva para nada. Pero también puede que sí. Y es gratis en lo económico y muy rentable en lo moral (incluso algunas costumbres, también en lo económico: ¿alguien se ha fijado en la diferencia de consumo entre circular a 90km/h y a 120km/h?. Y el paisaje se ve de otra manera…).

  Esperemos que la tendencia revierta y no tengamos que hablar de nuevo del récord negativo de la banquisa.

viernes, 17 de agosto de 2012

Ruta por Islandia.

Mapa de la ruta por Islandia.

Ruta por Islandia.
   Para cualquiera a quien le guste la Naturaleza, Islandia es un paraíso. Se pueden ver en la isla volcanes, glaciares, lagunas, geysers, cascadas y multitud de animales y plantas. Además, el pueblo islandés es muy cuidadoso y amante de su riqueza natural, y hacen todo lo posible por protegerla.

   Alquilamos un coche para recorrerla a nuestro aire durante 12 días, alojados en albergues, camping o granjas solitarias. Poco a poco, iré subiendo los detalles, puntos de interés y anécdotas de cada una de las etapas. 

   Esta fue nuestra ruta por Islandia.

viernes, 27 de julio de 2012

Realmente, ¿es lo que queremos?


Hace unos días se han anunciado unas medidas que, en mi opinión, son un cañonazo a la altura de la línea de flotación del sector público. Porque estas medidas son mucho más que un recorte del sueldo de los trabajadores públicos o un empeoramiento de sus condiciones laborales, que también. Son toda una declaración de intenciones acerca de cómo ha de ser el sector público de este país, muy en sintonía con la idea liberal de que cuanto más pequeño, mejor para la economía. Parece que las encuestas muestran que hay un amplio sector de la población que piensa así, pero si se le explica un poco más, ¿seguirá pensando lo mismo? Porque "lo público" es la sanidad, la educación, la policía o los bomberos, pero también es mucho más que eso. Realmente, ¿queremos estos servicios en manos privadas?

Realmente, ¿queremos que quien decida si un municipio puede o no construir un puerto para barcos de lujo sea un técnico cualificado de Medio Ambiente, sin más interés que el bien público de sus habitantes y de los de las localidades cercanas, o queremos que sea una empresa privada?

Realmente, ¿queremos que cuando se produzca otro desastre natural como el de Lorca o El Hierro, en lugar de trabajadores públicos cualificados, científicos o administrativos, sea una empresa privada la que  encargue de gestionarlo?

Realmente, ¿queremos que cuando tengamos que hacer la declaración de la renta (que seguiremos teniendo que hacerla), en lugar de usar una aplicación gratuita realizada por TIC (Técnicos en Informática y Comunicaciones) públicos, tengamos que pagar por un software realizado por una empresa privada o volver al lápiz y la calculadora?

Realmente, ¿queremos que cuando tengamos un conflicto de cualquier tipo, tengamos que recurrir a un juez de una empresa privada para que dicte sentencia?

Realmente, ¿queremos que quien decida dónde y de qué manera se puede construir en un municipio sea un técnico público o que sea una empresa privada?

Realmente, ¿queremos que un niño tenga derecho o no a una educación de calidad en función del dinero que hayan podido ahorrar sus padres? Aún en el supuesto, como se ha leído por ahí, de que esos padres hayan trabajado lo justo toda su vida, ¿queremos que lo paguen sus hijos?

Realmente, ¿queremos que en lugar de un grupo cualificado de trabajadores, sin mayor interés que el servicio publico, decida una empresa privada dónde se construye una carretera o dónde se coloca una salida de una autopista?

Realmente, ¿queremos que quien decida a quién se le dan ayudas públicas (que se seguirán dando), quien evalúe los proyectos que las recibirán o quien realice las auditorías necesarias para ver que el dinero se ha invertido correctamente, en lugar de ser trabajadores públicos, sea una empresa privada?. ¿Una empresa privada como las auditoras que dieron la máxima calificación a entidades bancarias que quebraron poco después?

Realmente, ¿queremos que nuestros transportes ferroviarios, que tan buena nota obtienen en todas las encuestas, pasen a ser gestionados por empresas privadas?. Tenemos aún reciente lo ocurrido con la privatización de la compañía aérea "de bandera" y estamos viendo el resultado de esa gestión privada...

Realmente, ¿queremos que las inspecciones de trabajo la realicen profesionales públicos o queremos que las realicen empresas privadas?

Realmente, ¿queremos que los desarrollos informáticos que han puesto a nuestra administración a la cabeza de las administraciones mundiales en cuanto a trámites que se pueden realizar de forma segura por internet, se frenen o pasen a ser realizados por empresas privadas?

Realmente, ¿queremos que la gestión de impuestos la realicen técnicos públicos o que las realicen empresas privadas?

Realmente, ¿queremos que la adjudicación de contratos públicos esté controlada por funcionarios o queremos que estén controlados por empresas privadas?

Realmente, ¿queremos que el control de la libre competencia esté en manos privadas?

Realmente, ¿queremos que quienes nos defiendan fuera de España, en cualquier mesa de reuniones, en lugar de ser cualificados técnicos comerciales al servicio del país, sean de una empresa privada?

Realmente, ¿queremos que al Estado le defienda ante cualquier tribunal un cuerpo de abogados cualificados o que sea una empresa privada?

Realmente, ¿queremos que nuestro patrimonio cultural, museos, edificios, lugares de interés, etc,, esté en manos privadas?

Realmente, ¿queremos que quien decida quién tiene derecho a prestaciones sociales, en lugar de trabajadores públicos cualificados sea una empresa privada?

Y por último, realmente, ¿queremos que quien apruebe, controle y audite en qué se gastan el dinero nuestros políticos, en lugar de ser trabajadores públicos, sea una empresa privada?

No tengo nada contra la empresa privada, y considero que muchas de las áreas de negocio de una economía tienen que estar en sus manos, y otras pueden tener una gestión mixta, pero también considero que determinadas áreas esenciales deben estar controladas por trabajadores cualificados que puedan hacer su trabajo, que puedan elaborar informes molestos para sus superiores o que puedan negarse a realizar determinadas tareas por vulnerar las leyes vigentes sin miedo a que les bajen el sueldo o les echen a la calle por ello.

Y conociendo todas las tareas que aún están en manos públicas, me atrevo a decir que quizá haya que reorganizar la administración, que quizá sus trabajadores no estén bien repartidos ni bien aprovechados, pero que, desde luego, no sobra ninguno de ellos teniendo tanta carencia como tenemos en determinados servicios y tanta demora en la resolución de otros. 

Quizá los que faltan son buenos gestores que sepan sacar lo mejor de todos ellos en lugar de desmotivarles, desprestigiarles y cuestionarles públicamente. Quizá sea también que para acceder a esos puestos de gestión fuera necesario exigir una titulación y pasar unas pruebas tan duras como las que tiene que pasar cualquier funcionario, en libre competencia con muchos otros opositores, en las que demuestren que están capacitados para el puesto. 

Por todo ello, vuelvo a preguntar y, por favor, piénselo bien antes de contestar: realmente, ¿es lo que queremos?

miércoles, 11 de julio de 2012

Parnu.

Parnu.

Parnu Mud Baths.
   Parnu, Parnú o Pärnu, es una pequeña ciudad costera del  sureste de Estonia de unos 50.000 habitantes (casi 90.000 en todo el condado), famosa por su ubicación, en la bahía que lleva su mismo nombre, al norte del golfo de Riga, que le permite disfrutar de amplias playas aptas para el baño.

Edificio en Parnu.
   La ciudad fue fundada por el obispo de Ösel-Wiek en 1251, y fue pasando por manos alemanas (1265), la mancomunidad de Polonia y Lituania (1560-1617), Suecia (1609-1710) y Rusia, hasta 1918. Pasó a formar parte de la Estonia independiente en el año 1918, tras la Primera Guerra Mundial. En la historia más reciente, fue ocupada por alemanes y rusos, hasta que Estonia logró su independencia en 1990.

   El despegue en el desarrollo de la ciudad esta fechado en 1838, cuando se inauguró el primer alojamiento pensado para disfrutar de sus playas, aunque la mayoría de sus características y famosas casas se empezaron a construir 50 ó 60 años después. El establecimiento estaba concebido como destino de playa en verano y como sauna en invierno. El edificio original fue destruido durante la Primera Guerra Mundial, y en su lugar fue construido el actual, en piedra, en 1927. Hoy en día, el elegante edificio neoclásico está orientado al turismo relacionado con la salud, con el nombre de Parnu Mud Baths, y sigue disfrutando de su privilegiada situación en primera línea de playa. Entre sus servicios, ofrece hidroterapia, ozono terapia, masajes, láser, aromaterapias, etc. Desde 1996, Parnu es conocida como la capital veraniega de Estonia.
   

Cómo llegar.

   Parnu tiene aeropuerto, aunque su principal vía de acceso es la carretera E67, que une Tallin, en Estonia, con Riga, en Letonia. Nosotros llegamos desde ésta última en autobús, en un viaje de algo menos de 200 kilómetros. Al cruzar la frontera recibimos la cordial visita de la policía, que subió al autobús y nos pidió la documentación. No hubo ningún problema y continuamos el viaje tranquilamente. La empresa se llama Ecoline , y el precio no llegó a 8 euros por persona. Nosotros compramos los billetes por internet antes de salir de España para evitar problemas de última hora.

   De Tallin la separan algo más de 130 kilómetros. Los vehículos que cubren la ruta tienen todas las comodidades, incluida conexión wifi a internet en la opción de mayor precio, pero no por ello demasiado cara comparada con los precios de España, por ejemplo.

Puestos callejeros en Parnu.
Calle peatonal en Parnu.
   Una vez en Parnu, se puede alquilar un coche para moverse por la zona o acercarse a la playa. Hay que recordar que el centro de la ciudad es peatonal.

   En cuanto a la seguridad, mi experiencia personal es extraordinaria. Nos dejamos el coche aparcado en una calle bastante concurrida y, por alguna razón que al parecer tiene que ver con los botones del mando a distancia, al volver de la playa me lo encontré con todas las ventanillas bajadas. Teníamos algo de ropa en los asientos, el maletero con todas las maletas dentro y todo permanecía en su sitio. Eso sí, el susto al verlo y hasta comprobar que estaba todo, no me lo quita nadie.

Qué ver en Parnú.

   Iglesia Ortodoxa de la Transformación de Nuestro Señor.
Iglesia Ortodoxa de la
Transformación de Nuestro Señor.

   Debido a la masiva conversión religiosa a finales del siglo 19, la Iglesia Ekateriina, del siglo XVIII se hizo demasiado pequeña para la congregación ortodoxa de Pärnu. Así, en 1904, se construyó en estilo ruso la Iglesia Ortodoxa Apostólica de la Transformación  de Nuestro Señor, y su congregación (Estonia) se separó de la antigua congregación de la congregación Ekateriina (Rusia). La iglesia tenía una típica fachada de ladrillo, y una base de trabajo de sillería de granito. El campanario es de 38 metros de altura y la cúpula de 34 metros. La pared del altar contiene 11 iconos y tiene 11 pinturas en las paredes principales con una composición figurativa. La entrada es gratuita.

   Eliisabet's Church.
Eliisabets´s Church.
   
   Iglesia Eliisabet, inaugurada en 1750, es el edificio religioso más destacado de la época barroca en Estonia. La hermosa iglesia en el centro de Pärnu invita a entrar y se puede ver en su interior un púlpito en estilo neo-gótico de mediados del siglo XIX, el altar y el retablo de la Resurrección. Uno de los mejores órganos de Estonia esta en esta Iglesia, y el lugar es muy popular como una sala de conciertos entre los amantes de la música.

   La iglesia debe su nombre a la emperatriz rusa Jelizaveta. Gracias a ella, la congregación tiene una iglesia luterana.

   La entrada es gratuita.

   La playa.
Playa de Parnu.

   Sin duda, la playa es mayor atractivo de la localidad. Aunque no pueda parecerlo por su situación, en verano sus aguas no son nada frías, y si el día acompaña, los baños son muy agradables. La Corriente del Golfo templa la zona, y al ser un mar muy cerrado, se puede disfrutar de una temperatura del agua cercana e incluso superior a los 20ºC.

Kitesurf en la playa de Parnu.
   Debido al viento que sopla en la playa, es habitual encontrarse con gente practicando el kitesurf, que es una práctica parecida al surf tradicional pero con una cometa.

   Como curiosidad, comentar que en un principio había dos playas separadas algo más de un kilómetro una de otra, ya que no estaba permitido el baño conjunto de hombres y mujeres. Hoy en día, obviamente, esto ya no se produce.

  Pasear sus calles, ver sus edificios.

Casa de Parnu.
De tiendas en Parnu.
   Sin duda, merece la pena pasear tranquilamente por unas calles en las que se respirar relajación. Nadie parece tener prisa, quizá porque muchos de sus visitantes disfrutan de sus vacaciones. No se nos pueden pasar por alto las fachadas de los edificios centenarios, algunas de ellas auténticas obras de arte. 

  Si además nos gustan las compras, estamos en el sitio ideal. Multitud de comercios inundan las calles más céntricas de la localidad, muchas de ellas manteniendo en su fachada el encanto de su arquitectura.

Dónde comer.

Restaurante Seegi Maja
 Parnu.
   Sin duda, la mejor opción es un bocadillo disfrutando de la playa. Si eso no os convence, la ciudad tiene multitud de restaurantes para todos los bolsillos, al ser un destino turístico de primer order. Hay restaurantes asiáticos, argentinos, italianos, rusos, estonios, vegetarianos, etc. 

   Al ser frecuentado en su mayoría por gente de Estonia o la vecina Letonia, los precios son bastantes asequibles para un turista del Oeste europeo. Puedes encontrar información sobre los restaurantes en http://visitparnu.com/en/visitor/eating-out 


Dónde dormir.


   Existen numerosos alojamientos para todos los bolsillos, pero si quiere pernoctar en julio o en agosto, conviene reservar con bastante antelación. Nosotros decidimos seguir ruta hacia la isla de Saarema y nos despedimos, no sin alguna pena por no haber planificado algún día más en esta bonita y acogedora ciudad de Parnu.


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