El coraje iluminó el viejo mundo con la nueva luz.

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jueves, 29 de agosto de 2013

Liubliana - Ljubjana.


Dragón de Liubliana.
Fuente Robba.
   Liubliana, o Ljubljana en esloveno, es la capital de Eslovenia y la mayor ciudad del país, con una población de unos 270.000 habitantes. Su casco antiguo está muy bien conservado, y merece la pena dedicar unos días a conocerla y pasear por sus calles. Si no se dispone de mucho tiempo, en 4 ó 5 horas se puede conocer a pie lo más destacado, al estar sus principales puntos de interés muy cerca unos de otros.

   La sensación de seguridad es absoluta, cumpliendo plenamente con su fama de ciudad tranquila y segura.


   Cómo llegar.


Candados con el Puente de los
Dragones al fondo.
  El aeropuerto se encuentra a unos 25 kilómetros del centro de la ciudad, y es el único aeropuerto internacional del país. No tiene demasiado vuelos y éstos no suelen ser baratos, así que mucha gente baraja la opción de volar a Venecia (a 245 kilómetros) o Trieste (a 95) y desplazarse desde allí en coche, aprovechando para conocer el resto del país, algo que, sin ninguna duda, merece mucho la pena. 

   Otra opción es llegar desde Zagreb, la capital croata, que se encuentra a 139 kilómetros. La carretera es muy buena, en su mayor parte autopista, y se tarda en llegar poco menos de 1 hora y media.

   Hay que recordar que es obligatorio comprar la pegatina que permite circular por las autopistas eslovenas. Se puede hacer en el propio país o también puede hacerse en algunas gasolineras croatas cercanas a la frontera. Llevándola, no es necesario parar en los puntos de peaje.
Puente de los Dragones.

   Si se accede con coche, se puede dejar en un amplio aparcamiento que se encuentra junto al Puente de los Dragones. Es barato, cómodo y de fácil acceso. Además, los domingos es gratuito. Desde ahí, se puede recorrer la ciudad a pie en un cómodo paseo de poco más de 800 metros bordeando el río. Mi recomendación es elegir la orilla en la que se encuentra el parking para la ida, menos bulliciosa y más atractiva desde el punto de vista turístico, y la contraria para la vuelta, con más locales comerciales y hermosas vistas de los edificios que miran al río.

   La estación de autobuses y la del tren se encuentran en pleno centro de la ciudad histórica y cerca por tanto de la mayoría de los hoteles, así que es una muy buena opción para aquellos turistas que deseen conocerlo.

  Qué visitar.


   Puentes de Liubliana.


   Es obligatorio para cualquier visitante de la ciudad cruzar de un lado a otro del río deleitándose con sus magníficos puentes. Hay bastantes, pero destacan en especial tres de ellos: el de Los Dragones, el Puente Triple y el Puente de los Zapateros.

   Puente de los Dragones.

Puente de los Dragones.
Puente de los Dragones.
  Es el principal atractivo turístico y foto principal de todos los folletos. El puente tiene cuatro grandes dragones, uno es cada extremo, y otros más pequeños a lo largo de su estructura, de escasos 50 metros. Suele ser el  punto en que se da la vuelta en los recorridos a pie de la ciudad, ya que más allá no existen lugares muy atractivos. Fue construido a principios del siglo XX en honor del Emperador Francisco José, y es un claro ejemplo del Art Nouveau.

   Puente triple.


Puente triple.
Puente Triple.
  Es quizá el más bullicioso al encontrarse en el centro de la zona histórica y turística, junto a la Plaza Preseren. El hecho que lo diferencia de los puentes normales es el de tener tres ramales diferentes, algo nada habitual.

   Si aprieta el calor, se puede disfrutar de unos estupendos helados que venden en la orilla opuesta a la de la Plaza Preseren.

   Puente de los Zapateros.


  Recibe su nombre de los antiguos locales de zapateros que se encontraban junto a él. En la actualidad, se pueden ver multitud de zapatos viejos colgando de cables en la calle que se encuentra en uno de sus extremos.

   Catedral de San Nicolás.


Cúpulas de la Catedral de San Nicolás.
   Inicialmente de origen románico, posteriormente gótica y finalmente barroca, esta Catedral sorprende por su verde cúpula, el mismo color que las puntas de sus dos torres gemelas.

   Está situada en la Plaza Vodnic, cerca del Puente Triple.

   La entrada es gratuita (2013).

   Plaza Preseren. Iglesia de la Anunciación.


Iglesia Franciscana
de la Anunciación.
Art Nouveau
Casa Urbanc.
 Es la zona más bulliciosa de la ciudad. Su amplio espacio da cabida a muchos turistas que deciden hacer un alto en su visita y tomarse un respiro. A su alrededor se amontonan los restaurantes y cafeterías dispuestos a ayudarnos a relajarnos un rato. Está dedicada a uno de sus más famosos compatriotas, el poeta France Preseren y en ella se encuentra el monumento en su honor junto a su musa Julia.

   Desde la plaza se puede ver la fachada principal de la Iglesia Franciscana de la Anunciación y un ejemplo del Art Nouveau de la ciudad, la Casa Urbanc, actualmente Galeria Emporium.
Monumento al poeta Preseren
y Puente Triple.

   Castillo.


Castillo de Liubliana.
   Data de la Alta Edad Media, y está situado en una colina desde la que se disfruta de una vista completa de la ciudad y sus rojos tejados, situados unos 70 metros más abajo.

   Este desnivel se puede salvar andando por alguno de los senderos que cruzan el bosque que lo rodea, en coche o en un funicular que apenas tarda un minuto en cubrir el recorrido y que en verano abre de 9 de la mañana a 11 de la noche (http://www.ljubljanskigrad.si/plan-your-visit/funicular-railway/).



   Sus calles.

Calle  Kljucavnikarsca.
Reloj del Ayuntamiento.
   Perderse por sus plazas, calles y callejuelas, sin destino fijo, es una actividad obligatoria en esta ciudad, disfrutando de sus calles empedradas y edificios típicos de la época medieval o barrocos en la parte antigua, en el lado del río donde está el Castillo, o de influencia Art Noveau en la orilla opuesta. Aún no es una ciudad saturada por el turismo, y se puede disfrutar de ello sin aglomeraciones ni prisas. Altamente recomendable.

    Destaca la Plaza Municipal, donde se encuentra su Ayuntamiento y la Fuente de Robba. Está menos transitada que la Plaza de Preseren y una de las estrechas calles que desembocan en ella es Kljucavnikarsca, de nombre impronunciable pero que, desde 2009, adorna su suelo con curiosas caras realizadas en bronce con diferentes muecas.

     Para los más pequeños (o mayores a los que no les guste mucho andar), existe la posibilidad de subirse a un tren turístico que recorre los principales puntos de la ciudad.

    Dónde comer.

Castillo y río de Liubliana.
Terraza junto al rio.
    Junto al río hay bastantes restaurantes y cafeterías con amplia oferta y precios económicos, comparados con los de los principales países europeos. Se puede comer bien a partir de 10 o 15 euros (datos de agosto de 2013). Bajo alguno de los puentes, hay locales donde se puede tomar algo sentado junto al río. Están muy bien puestos pero el precio es mayor.

     Dónde dormir.

Detalle fachada Casa Urbanc.
    Liubliana es una ciudad pequeña y abierta al turismo de hace poco tiempo, por lo que no dispone de una amplia oferta hoteles. La mayoría de ellos se encuentran en pleno centro, entre la Avenida Tivolska y el río.

    Otra opción más barata, y por la que nosotros nos decantamos, es alojarse en alguno de lo pueblos cercarnos, en casas rurales o granjas que disponen de habitación. Nosotros elegimos una cerca de Bled, a unos 50 kilómetros por autopista, con punto desde el cuál desplazarnos para conocer el país. 

      Cuándo visitarla.

Imagen de  fachada.
Muecas en la calle Kljucavnikarsca.
      El verano es la mejor época, pero teniendo en cuenta que si se coincide con una ola de calor como  la que tuvieron durante algunos días en 2013, con temperaturas cercanas a los 40º C, se puede pasar bastante mal porque no están preparados para ello, como es lógico, porque estos fenómenos no son, ni mucho menos, habituales. Lo normal es que disfruten de temperaturas cercanas a los 25-30 grados durante los meses de julio y agosto.

     Los inviernos suelen ser bastante fríos, habiéndose registrado temperaturas cercanas a los -20º C, aunque lo normal es que ronden los 0-2 grados en los meses de diciembre, enero y febrero.
Monumento al poeta France Preseren y su musa Julia.

    Sin duda, un descubrimiento que nos gustó más de lo que esperábamos y que no tardará en hacerse muy popular: Liubliana.