Dragón de Liubliana. |
Fuente Robba. |
La sensación de seguridad es absoluta, cumpliendo plenamente con su fama de ciudad tranquila y segura.
Cómo llegar.
Candados con el Puente de los Dragones al fondo. |
Otra opción es llegar desde Zagreb, la capital croata, que se encuentra a 139 kilómetros. La carretera es muy buena, en su mayor parte autopista, y se tarda en llegar poco menos de 1 hora y media.
Hay que recordar que es obligatorio comprar la pegatina que permite circular por las autopistas eslovenas. Se puede hacer en el propio país o también puede hacerse en algunas gasolineras croatas cercanas a la frontera. Llevándola, no es necesario parar en los puntos de peaje.
Si se accede con coche, se puede dejar en un amplio aparcamiento que se encuentra junto al Puente de los Dragones. Es barato, cómodo y de fácil acceso. Además, los domingos es gratuito. Desde ahí, se puede recorrer la ciudad a pie en un cómodo paseo de poco más de 800 metros bordeando el río. Mi recomendación es elegir la orilla en la que se encuentra el parking para la ida, menos bulliciosa y más atractiva desde el punto de vista turístico, y la contraria para la vuelta, con más locales comerciales y hermosas vistas de los edificios que miran al río.
La estación de autobuses y la del tren se encuentran en pleno centro de la ciudad histórica y cerca por tanto de la mayoría de los hoteles, así que es una muy buena opción para aquellos turistas que deseen conocerlo.
Qué visitar.
Puentes de Liubliana.
Es obligatorio para cualquier visitante de la ciudad cruzar de un lado a otro del río deleitándose con sus magníficos puentes. Hay bastantes, pero destacan en especial tres de ellos: el de Los Dragones, el Puente Triple y el Puente de los Zapateros.
Puente de los Dragones.
Puente de los Dragones. |
Puente de los Dragones. |
Puente triple.
Puente triple. |
Puente Triple. |
Si aprieta el calor, se puede disfrutar de unos estupendos helados que venden en la orilla opuesta a la de la Plaza Preseren.
Puente de los Zapateros.
Recibe su nombre de los antiguos locales de zapateros que se encontraban junto a él. En la actualidad, se pueden ver multitud de zapatos viejos colgando de cables en la calle que se encuentra en uno de sus extremos.
Catedral de San Nicolás.
Cúpulas de la Catedral de San Nicolás. |
Está situada en la Plaza Vodnic, cerca del Puente Triple.
La entrada es gratuita (2013).
Plaza Preseren. Iglesia de la Anunciación.
Iglesia Franciscana de la Anunciación. |
Art Nouveau Casa Urbanc. |
Desde la plaza se puede ver la fachada principal de la Iglesia Franciscana de la Anunciación y un ejemplo del Art Nouveau de la ciudad, la Casa Urbanc, actualmente Galeria Emporium.
Castillo de Liubliana. |
Este desnivel se puede salvar andando por alguno de los senderos que cruzan el bosque que lo rodea, en coche o en un funicular que apenas tarda un minuto en cubrir el recorrido y que en verano abre de 9 de la mañana a 11 de la noche (http://www.ljubljanskigrad.si/plan-your-visit/funicular-railway/).
Sus calles.
Calle Kljucavnikarsca. |
Reloj del Ayuntamiento. |
Destaca la Plaza Municipal, donde se encuentra su Ayuntamiento y la Fuente de Robba. Está menos transitada que la Plaza de Preseren y una de las estrechas calles que desembocan en ella es Kljucavnikarsca, de nombre impronunciable pero que, desde 2009, adorna su suelo con curiosas caras realizadas en bronce con diferentes muecas.
Para los más pequeños (o mayores a los que no les guste mucho andar), existe la posibilidad de subirse a un tren turístico que recorre los principales puntos de la ciudad.
Dónde comer.
Castillo y río de Liubliana. |
Terraza junto al rio. |
Dónde dormir.
Detalle fachada Casa Urbanc. |
Otra opción más barata, y por la que nosotros nos decantamos, es alojarse en alguno de lo pueblos cercarnos, en casas rurales o granjas que disponen de habitación. Nosotros elegimos una cerca de Bled, a unos 50 kilómetros por autopista, con punto desde el cuál desplazarnos para conocer el país.
Cuándo visitarla.
Imagen de fachada. |
Muecas en la calle Kljucavnikarsca. |
Los inviernos suelen ser bastante fríos, habiéndose registrado temperaturas cercanas a los -20º C, aunque lo normal es que ronden los 0-2 grados en los meses de diciembre, enero y febrero.
Sin duda, un descubrimiento que nos gustó más de lo que esperábamos y que no tardará en hacerse muy popular: Liubliana.
Monumento al poeta France Preseren y su musa Julia. |
Sin duda, un descubrimiento que nos gustó más de lo que esperábamos y que no tardará en hacerse muy popular: Liubliana.
Querido Eduardo. Da gusto leer la cantidad de detalles que proporcionas para cualquier hipotético visitante de Liubliana. Ya sé que no es nada nuevo en ti, pero siempre produce satisfacción el ver que no has cambiado de hábitos, y que, además, las fotografías, acompañamiento perfecto del texto, siguen siendo estupendas.
ResponderEliminarMe alegra ser el primero que pone un comentario a este último artículo tuyo.
Un fuerte abrazo,
JJ
Muchas gracias Juan. Como siempre, comentarios que animan a seguir buscando huecos para continuar escribiendo.
EliminarY corregido todo lo apuntado por ti. Gracias de nuevo.
Un fuerte abrazo.